jueves, 7 de octubre de 2010

21 dias, 38 minutos y 30 segundos..

Necesito que tengamos algo de paciencia. Necesito ser mas tolerante y menos insegura. Necesito verte y se me hace muy complicado esto de no estar junto a ti durante dias.

Odio ir caminando por Madrid sin ti y conocer cosas nuevas sin que estes a mi lado. Odio sin duda, no despertarme a tu lado desde hace seis dias, parecen menos ahora que los cuento, pero la verdad esto es duro.

Odio escuchar frases como: “La distancia enfria las cosas” o “Las relaciones a distancia son dificiles de mantener”, en realidad creo que esas personas no saben lo que es estar enamorados de verdad y en estos momentos de lo que mas ganas tengo es de estar a tu lado, y cuento los dias para que sea el 29, exactamente quedan 21 dias, 38 minutos y 30 segundos.

Ahora mas que nunca quiero que tengas claro que quiero luchar por esto cada dia, cada minuto, cada segundo, por nosotros. Pero estoy tranquila porque se que tu tambien lucharas con todas tus fuerzas.

El dia 29 estare en casa y volveremos a estar juntos, quiero que sepas que ahora confio en ti mas que nunca y que, aunque esto sea dificil, cada minuto que escucho tu voz me das la fuerza suficiente para seguir adelante.

Estamos haciendo un gran esfuerzo, y quiero aprovechar para darte una y mil gracias por querer seguir haciendo este viaje juntos de la mano.

** A ti que eres la persona que mas quiero y necesito en este instante, te amo**
 
PD: se que faltan los acentos pero el teclado esta echandome un pulsito, tu sabes... :) te amo

martes, 5 de octubre de 2010

Abrazos

Camino por calles diferentes y nuevas para mi extrañando muchas cosas, te extraño a ti y también a vosotras. Extraño mi casa, mi ciudad, mi madre, mi perro, pero sobretodo a vosotras.


Me levanto por la mañana deseando estar en casa cuando era: arriba, ducha, desayuno, dientes, libros y al coche.

Extraño llegar por el pasillo tan feo de la uni y verte a ti la primera como no. Luego estar en clase y veros llegar a vosotras, TARDONAS! Una primero y la del Pixo después.

Una hora y algo más tarde desayuno colectivo en la ventana: una cereales, otra sandwich, otra café y otra alfalfa, vuelta a clase.

12.30 Fin de las clases: Pixo y alfalfa salen corriendo, nosotras más relajadas: recoge libros, despídete y VÁMONOS!- tampoco hay que pasarse.

Extraño las tardes de pelis, extraño vuestros consejos y lo más que extraño sin duda son esos abrazos que ahora tanto necesito.

**A ellas,las que mas quiero, mis grandes amigas**

sábado, 2 de octubre de 2010

Un día inesperado

Voy a dedicar la primera de mis entradas madrileñas precisamente al titulo de mi blog, los días inesperados.

Los días inesperados son aquellos que como su propio nombre indica nunca esperas, pero que cuando llega resulta ser maravilloso.

Ayer fue uno de esos días, odio el futbol ¿vale? Odio las aglomeraciones metrísticas y el olor a humanidad, odio ver a miles de hombres gritando enfurecidos mientras otros diez u once hombres (no lo tengo claro) le dan patadas a una pelota... pero gracias a estas cosas que tanto odio, ayer, fue uno de esos días.

12.30 Intento de levantarnos temprano, fallido OTRA vez.

- ¿Vamos al partido de futbol de esta noche?

12.32

- ¿Coooomo? Tu ultimo día aquí y pretendes que vayamos al partido- con cara de mandona como tú dices.

12.34

- Bueno vale, tienes razón- con cara de no tienes razón pero más me vale que te la dé ¿verdad?

12.35 Remordimiento de conciencia.

- Pues no pienso pagar nada por ir a ver a esos matados y menos tu ultimo día aquí, si quieres ir, pagas tú.

12.36 La decisión estaba tomada, iríamos al partido.

- Mierda!- Dicho muy bajito pero con mucha rabia.

12.37 Emoción en el ambiente, sobretodo en la parte masculina de la pareja.

- Ah por cierto, que hay que ir a comprar las entradas, son diez paradas de metro (sin poder sentarnos) y con mucho calor, y otra cosa, ya que estamos quiero entrar al museo.

12.38

- Genial, estupendo. Me encanta pasar calor y ver museos con pelotitas en las vitrinas- con cara sonriente justo al terminar de decir la última palabra.

12.39 Pues nada: ducha, desayuno, ropa y al metro. Efectivamente, no hay sitio. Bueno si, cuando queda una estación para bajarnos. Después de caminar como 15 o 20 minutos, llegamos al estadio. Él ,como no, estaba alucinando. Y yo, aunque lo disimulaba, también. Me hacía mucha ilusión compartir con él algo que fuera tan especial como lo es su Atlético de Madrid y ese “sentimiento” que ahora entiendo un poco más.

Compra de entradas, visita al museo y vuelta al metro, otras diez paradas. Ya a la vuelta el trayecto pareció más corto. Solo con ver su cara, era más que suficiente para darse cuenta de que ese día no iba a ser como los otros.

19.00 Ducha, coge entradas, ropa, cena y metro.

19.10 Diez paradas, fútbol, aglomeraciones metrísticas, olor a humanidad y miles de hombres furiosos por ver que hará hoy su equipo.

-GENIAL!

Veinte minutos más tarde me vi entre miles de hombres y para mi sorpresa, mujeres, caminando hacia el estadio.

Puestos de golosinas, puestos de bufandas atléticas, puestos de golosinas, puestos de bufandas atléticas así durante los mismos 15 o 20 minutos de por la mañana, pero esta vez estaba intrigada con lo que pasaría en ese estadio.

Empieza el partido: pipas, humo de “cigarro” del señor de debajo, pipas, gritos de un grupo de chicos que no paraba de decir palabrotas, pipas y... !que divertido es esto! Sin darme cuenta estaba con mi novio, entre miles de hombres enfurecidos que olían a humanidad y que gritaban a los jugadores, pasándolo PIPA.

Yo gritaba, me enfadaba, me despistaba..., pipas, sandwich. Fin del partido, el resultado no fue demasiado gratificante, pero sé que él estaba feliz y yo también por haber estado presente en un día importante y especial, que sin quererlo, también había sido especial y sorprendente para mí.

Este fue nuestro día inesperado, al levantarme no pensaba que nuestro último día juntos hasta dentro de tres largas semanas sería en un estadio de fútbol, y mucho menos que fuera uno de los días que mejor me he sentido a su lado.


**A ti, por ser como eres y por demostrarme una vez más que a tu lado todo es especial e inesperado. Te voy a echar mucho de menos, pero pronto estaremos juntos.**


PD: Aunque el partido me gustó mucho y lo pasé genial, sigo odiando el fútbol, aunque tal vez un poco menos de lo que lo odiaba ayer.